Los focos

Volviste a equivocarte al elegir el extremo de la barra y ahora estás arrinconada en un bar que no es tuyo.

La copa va directa a donde menos duele pero de ahí hacia arriba se llega justo al corazón y un día perderás las fuerzas para mantenerte desafiante. Ya verás lo poco que se mueve el que se engancha en el taburete y no tiene quien le quite la complicación de llegar hasta otro vaso.

Los bucles siempre se te han dado bien. Lo tuyo es patear sin brújula y exponerte al cambio de estaciones con una estoicidad estudiada que no sirve para nada más que crear úlceras de estómago. Eres una gran actriz amiga, nadie nota de primeras que llevas tiempo saliendo a ofrecer la misma función. Te gusta ésto, te parece divertido, no te preocupa ser lista si puedes pasar el rato desnudándote en la playa donde más quema el Sol. No veas luz natural donde no hay más que focos. Aquí no hay nada más real que los posavasos de papel malo que se mojan y pegan.

Todo es plástico y fantástico cuando crees que has ganado tu premio. Bendita estúpida que claro tienes siempre lo que no es tuyo y que poco te dura puesto el papel adecuado. Aquí estaremos cuando decidas echar las cortinas, quitarte el maquillaje, darte la vuelta y aprender a ser siempre tú.

Una respuesta a “Los focos”

  1. Desgarrador… Te hace preguntar cuántas personas allá afuera no andan dando un espectáculo sin dejar salir lo que realmente son.

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