[English below]
Cada una es cada una y tiene sus cadaunadas.
Esta frase extraña podría ser una reformulación de estar por casa de aquello que dijo Ortega y Gasset: yo soy yo y mis circunstancias.
Y esto es así porque cada una se sabe lo suyo. Lo presente y lo pasado (por suerte lo futuro aún sigue siendo una incógnita porque difícil sería tener que lidiar con tres espacios temporales a la vez). Nosotras, cada una de nosotras somos el producto de nuestras experiencias, de nuestras interacciones con el resto y de cómo supimos afrontarlas en su momento. También somos producto de decisiones tomadas y decisiones pensadas que nunca se llegaron a realizar.
En cada momento de nuestras vidas fuimos alguien distinto a quien somos ahora y esa sensación, aunque produzca nostalgia o frustración, guarda para sí la promesa de algo nuevo, la posibilidad de un cambio que haga de ti alguien diferente.
Cada una de esas pequeñas cosas que conforman ahora nuestra forma de ser, nos hacen únicas y deberían ser las que nos definan. Nuestra carta de presentación.
«Hola yo soy Guillermina. Acostumbro a hablar con educación a la gente porque creo que los demás no están ahí para hacer lo que se supone que deben hacer y que si lo hacen (si me atienden, me sirven, me ayudan, me escuchan) no es porque lo merezca o ellos deban hacerlo, sino porque quieren y eso lo agradezco aún sin decirlo. He aprendido a moverme en espacios sociales y laborales muy diferentes cuando antes me costaba hasta pedir el pan en la panadería y ahora no voy a panaderías porque el gluten me enferma.»
Hay ocasiones en que esas diferencias no son entendidas ni por una misma y entonces se hacen esfuerzos por encajar en manadas que no son la propia, esfuerzos por moverse en elementos que nos son extraños. Es como si intentases nadar cuando lo tuyo siempre ha sido flotar en el aire. No pasa nada, todos hemos pasado por esas fases en las que lo importante era sentirse parte de un grupo y encajar aunque fuera a golpe de calzador pero la sensación, en la mayoría de los casos, no era totalmente satisfactoria y acababas sintiéndote fuera de lugar aunque no te lo hicieran saber o ni siquiera el resto lo notara.
La mente juega malas pasadas y la falta de dedicación a quererse una misma le echa una mano para elucubrar cualquier cosa y no siempre buena.
Si cogiéramos todas esas cosas, buenas y malas, que nos definen y nos hacen únicos, si entendiéramos de verdad que ser parte de algo no significa ser igual que ese algo, estoy segura que reforzaríamos nuestra personalidad y tendríamos ganas de estar con nosotras mismas igual que se tienen ganas de estar con ese alguien cuando el enamoramiento te ciega.
Hay belleza en casi todo porque lo bello no es solo la forma sino también el contenido. Es lo que ves pero también cómo te hace sentir. La belleza es un movimiento, una intención, una forma de hablar, una forma de pensar.
Me gustaría saber cuántas de nosotras, de las que entramos por este espacio que es el blog, hemos dedicado un momento de nuestra vida a pensarnos. Quiénes somos en diferentes espacios de nuestra vida, en cada uno de los roles que adquirimos al hablar con amigos, compañeros de trabajo, familia… De dónde viene esa forma de actuar y si es la que nos hacer ser nosotras mismas pese al ámbito en el que estamos.
Cegarnos por nosotras mismas como enamorados que ven las virtudes pero también los defectos y toman estos con cariño y aceptación, nos haría muy libres.
Crea tiempo para ti, dedícatelo, concédetelo porque ser egoista es otra cosa. Ni culpa ni vergüenza por hacer de ello una rutina prioritaria. Ese tiempo te hará ser productiva: te hará libre.
Today you’re not the same person you were yesterday. Or the day before. And so on. That feeling might produce nostalgia, or even frustration, but it holds the promise of something new, the possibility of a change that will make you different.
Each and every one of the little things that conform the way we are make us unique, and they should serve as our definition. As our cover letter.
No había leído algo que me llegase tanto en mucho tiempo. ¡Enhorabuena!
No hay nada más importante que quererse y valorarse a uno mismo. ¿ si no nos queremos nosotros, quién nos va a querer?
Ay 🙂 Muchas gracias Sara.
Somos en general poco indulgentes con nosotros mismos y focalizamos mal cuando nos prestamos atención. Que bien nos iría prestar atención y cambiar la dirección de nuestras miradas y nuestros pensamientos cuando nos prestamos atención.
¡Un besazo!
Me ha encantado tu reflexión. Tengo un día de bajón y de darle vueltas al coco y estoy bastante espesa en buscar palabras lara expresarme, pero me ha gustado lo que has escrito y lo que significa. A veces va bien leer las reflexiones de otros para ordenar las nuestras.
Un besazo y gracias!
Los días de bajón parece mentira pero también resultan productivos. Mientras el bajón tenga fecha de caducidad, todo irá bien. ¡Ánimo bonita y un abrazo enorme para ti!